Fundada el año 2008 por dos ingenieros, la empresa, por aquel entonces llamada Novace, comenzó dedicándose al mercado auxiliar de construcción y restauración de edificios históricos, así como a servicios de montaje y mantenimiento para empresas.

Ante la evolución del sector constructivo en España, en 2010 la propiedad tomó la decisión estratégica de iniciar una nueva línea de actividad, cambiando su nombre por el de INTERGIA. El sector elegido fue el de la energía renovable, más concretamente su aplicación a las actividades económicas desarrolladas en el entorno rural. El lema elegido para la empresa era “Energía sostenible”. Ya entonces, uno de los socios fundadores inició trabajos de investigación sobre sistemas de energía aislados, no conectados a la red eléctrica.

Durante esos años, el sector de las renovables en general y el fotovoltaico en particular presentó una alta volatilidad. Sin embargo, como consecuencia del nicho de actividad elegido, la empresa no sufrió ni el crecimiento descontrolado ni la posterior caída derivada de los vaivenes de la política energética gubernamental. Posteriormente, las trabas administrativas y la desinformación que se propagó sobre la viabilidad de la energía renovable tampoco favorecían su implantación. Este período fue aprovechado por Intergia para consolidar su tecnología, innovar e intensificar su actividad en I+D+i. Mientras tanto, a nivel mundial, los costes de la generación fotovoltaica bajaron espectacularmente.