Fotovoltaica flotante : la alternativa al uso del terreno y las cubiertas para aprovechar la energía solar
Las instalaciones de energía fotovoltaica flotante son aquellas en las que los módulos fotovoltaicos se encuentran soportados sobre estructuras que flotan sobre la superficie de un cuerpo de agua. Estas superficies suelen ser típicamente balsas de riego, embalses o pantanos, aunque también se está estudiando su aplicación en otros elementos, como el mar.
De esta forma, se aprovechan unas superficies que típicamente son improductivas para generar energía fotovoltaica, eliminando la necesidad de emplear terreno, o las cubiertas de edificios para ello. Por tanto, este tipo de instalación es idónea cuando se dispone de un cuerpo de agua, y cuando no se puede o no se quiere usar parte del terreno, y cuando las cubiertas de los edificios disponibles no son adecuadas para instalar paneles fotovoltaicos.
Ventajas
Inconvenientes
Componentes del sistema
Montaje
Instalar estas placas fotovoltaicas flotantes es un proceso relativamente fácil, ya que no necesitan de maquinaria pesada, ni de la construcción de unos cimientos o una compleja estructura de soporte, o incluso de un complejo sistema mecánico de seguimiento solar. De esta manera, se genera un menor impacto sobre el terreno, mientras que la ubicación en el agua permite algunas ventajas, como la refrigeración natural de los paneles, permitiendo así una mayor eficiencia.